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Hasta el Atardecer en Ventus Ha' Riviera Maya

Transpórtate a Ventus Ha' at El Cid Marina Spa & Beach Resort y descubre lo que te espera al quedarte en este jardín tropical.

¿Qué harías si un día despiertas en un jardín tropical del Caribe, rodeado de aventuras y paisajes maravillosos? Sigue leyendo y déjanos llevarte ahí.

 

 

Imagina que despiertas en una suave y cómoda cama, tuviste una noche de sueño deliciosa, estás lleno de energía, y listo para disfrutar al máximo todo lo que el día tiene preparado para ti.

Te acercas emocionado a tu balcón para descubrir lo que te espera al bajar: una hermosa piscina que se confunde con un estanque divino, está rodeada por completo de exuberante vegetación, digna de un paraíso como este. Este edén tiene otra belleza de fondo, la vista infinita los manglares de la Riviera Maya.

 

 

No quieres esperar, ya quieres estar ahí, pero antes debes encontrar algo delicioso. Así que te pones el traje de baño bajo la ropa y sales a la búsqueda. Tomas el elevador y bajas para encontrarte con el hermoso paraíso con piscina frente a ti, estás ansioso por llegar, tienes todo el día para explorar.

Algo te dice que estás cerca de cocina deliciosa. A tu izquierda te encuentras un pasillo definido por palmeras y plantas tropicales, tienes un buen presentimiento, lo sigues y de repente te encuentras frente a A’akat, uno de los restaurantes del resort.

 

 

En la entrada te encuentras con un letrero indica que el desayuno termina a las 11:30, miras tu reloj y marca 11:00 am, ¡tienes suerte!

Al entrar el ambiente es encantador, sigues fascinado con la naturaleza que puedes admirar a través de los ventanales. La experiencia ahí es divina, la vajilla es delicada, el servicio excepcional, la música de fondo guitarras españolas y el desayuno es el preferido de indecisos y amantes de la cocina, buffet con lo mejor de la comida mexicana.

 

 

No te podías decidir entre Chilaquiles, Tortas de cochinita o Tamales, cuando vez al chef agregar piezas de pan recién horneado en la vitrina, de inmediato te conquistan y te acercas por ellas, ¡quién se puede resistir!

Después de un delicioso banquete con lo mejor de la comida mexicana, estás listo para salir y buscar el mejor lugar junto a la piscina y relajarte. Pero antes de irte no pierdes la oportunidad y pides a los meseros el menú de la comida y cena, y ellos te comparten el código QR del menú.

Al salir regresas por el pasillo de palmeras y finalmente llegas al oasis, la hermosa piscina. No tienes que esforzarte mucho para encontrar un camastro disponible, escoges el mejor, el que deja ante ti la vista hacia los manglares.

 

 

Las plantas, el azul del cielo y el clima caribeño son una combinación que te entrega una sensación de paz y serenidad difícil de explicar. Tan pacífica que te hace cerrar los ojos y relajarte.

Después de un rato levantas la vista para descubrir en lo más alto del hotel, un lugar que despierta tu curiosidad, una terraza de la que destaca una piscina infinity. En ese momento, uno de los meseros se acerca a ti y se presenta como Alejandro. Te pregunta si deseas una bebida, y le pides algo refrescante. Con gusto te dice que volverá enseguida, luego le preguntas por ese lugar en el último nivel y él te explica: “Es rüf, nuestro rooftop bar, desde aquí se puede ver su piscina infinity. La vista desde arriba hacia los manglares es preciosa”, su respuesta te emociona más, un espíritu explorador se apodera de ti y decides que subirás más tarde para disfrutar del atardecer desde la piscina de rüf.

En un momento Alejandro vuelve con tu bebida. Te entrega un vaso de cristal que parece contener el atardecer en su interior. Tu bebida, es un Chuhuk, con matices de rojo y naranja, decorada con una hoja de piña y una rodaja de la fruta. En cada sorbo sus sabores cítricos te envuelven con la esencia del caribe. 

El viento acaricia tu rostro suavemente y te relajas cada vez más, la brisa del mar te recuerda que la playa está a unos pasos del hotel, su aroma es un toque muy especial en la alberca. Disfrutas tu bebida y al mismo tiempo la hermosa vista del jardín tropical, la combinación perfecta. En pocos minutos tu Chuhuk se había terminado, y decides que tu siguiente bebida será en rüf. Te estiras un poco y estás listo para subir, tomas tus cosas, te despides de Alejandro, y vas hacia el lobby a tomar el elevador.

 

 

Presionas el último piso y te encuentras en rüf. Te das cuenta que Alejandro no exageraba, el lugar y la vista te dejan sin aliento. Te encuentras con la piscina que te invita de inmediato, y delante de ella la hermosa vista hacia los manglares, que desde esta altura se convierte en algo mágico, te llena de energía y de paz al mismo tiempo, es maravillosa.

A rüf te da la bienvenida Carolina, le pides una bebida que se parezca al Chuhuk que te ofreció Alejandro de Senses, el bar abajo en la piscina. Y en unos momentos Carolina regresa con un Balam, una bebida a base de mezcal y jugo de manzana que combina perfectamente con esa vista tan espectacular . Después de tomar un sorbo, dejas tus cosas en el camastro y tu bebida en la orilla de la piscina antes de sumergirte. Te acercas a la orilla de la piscina para tener la mejor vista del paraíso tropical y te relajas mientras sientes el suave masaje que el agua le da a tu piel.

Después de unos momentos, regresas a la orilla donde está tu bebida. Ahí te encuentras con una pareja en los camastros comentando lo bella que es la vista desde ahí arriba, y tú coincides con ellos. Comienzan a conversar y te cuentan que es su tercer día en Ventus Ha’. Te recomiendan no perderte la oportunidad de visitar El Cocay Spa. Comparten el menú contigo y te sorprende la variedad de tratamientos para cualquier deseo. Quedas encantado y sabes que has encontrado tu próxima aventura para el día siguiente.

Terminas tu bebida y ves que el atardecer ha comenzado. El cielo es de tonos morados y rosados mientras el sol se desvanece lentamente frente a ti. Estás feliz de estar ahí, no hay mejor manera para terminar un día lleno de maravillas. Ya estás ansioso por vivir tu siguiente aventura en el paraíso.

 

 

Encuentra un jardín secreto en el Caribe aislado en la naturaleza, con hermosos paisajes e infinitas posibilidades, un edén que te llena de serenidad con tan solo entrar. Ven y descubre lo que pasa después del atardecer en Ventus Ha’ at El Cid Marina Spa & Beach Resort.

 

 


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